Adela Mac Swiney González. Biarritz (Francia)
27 de septiembre (Ibercine).- La película chilena “Lina de Lima”, de la directora María Paz González, inaugurará hoy lunes la 29 edición del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, en el que el cine chileno tiene una importante participación.
La película, que compite en la sección de Largometrajes de Ficción del certamen del puerto vascofrancés de Biarritz, suroeste, es una historia de la inmigración peruana en Chile esbozado en secuencias musicales y de ensoñación.
La cinta está protagonizada por la actriz Magaly Solier y ha recorrido previamente festivales como Toronto, Palm Springs y Mar del Plata.
La película es una de las cuatro películas en selección con las que el cine de Chile participa en el festival que incluye además dos en la muestra especial, y que sumadas muestra que el cine chileno “vuelve con fuerza a presentarse en el Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz”, que inicia este lunes y concluirá el próximo 4 de octubre.
En un comunicado, CinemaChile destacó que “nuestra cinematografía sigue demostrando su vitalidad y trascendencia narrativa, manteniendo su lugar como una de las más importantes de América del Sur”.
La organización destacó que en Biarritz, “directores tan diversos como Leonardo Medel, Francisco Bermejo, Jerónimo Rodríguez y Nicol Costa estarán representando a Chile en uno de los puntos de encuentros más importantes para el cine de Latinoamérica en Europa, con obras nacionales que demuestran su enorme capacidad de traspasar idiomas y fronteras y conectar con audiencias europeas”.
También en la sección de Largometrajes de Ficción estará “La Verónica”, de Leo Medel, filme distribuido internacionalmente por Films Boutique y que llega a Biarritz después haber sido ovacionado en el Festival de Cine de San Sebastián, que concluyó el sábado pasado.
Se trata de un filme “claustrofóbico” que reflexiona en torno a la conexión y desconexión que genera la virtualidad protagonizada por Mariana Di Girolamo.
“El otro” de Francisco Bermejo, uno de los documentales chilenos más importantes del año y ganador de la competencia Burning Lights del festival suizo Visions du Réel, también aterriza en Biarritz.
La película se centra en un hombre aislado socialmente que reside en un acantilado, construyendo una visión poética sobre la soledad y la salud mental.
El Festival de Cine latinoamericano de Biarritz acogerá además el estreno mundial de la producción chilena “Mundo”, primer cortometraje documental de Ana Edwards, que explora el extendido fenómeno de la conversión evangélica entre los pueblos autóctonos de América del Sur y muestra cómo la tierra se está convirtiendo en un lugar hostil, en donde un mundo se eclipsa para dejar lugar a otro, según la producción de la película.
Todos los años, el festival elige un tema central específico, el “focus”, y este año la lupa está puesta en “Latinos in the USA”, una sección que mostrará películas relacionadas a la migración, en diálogo con diferentes obras nacionales que vacilan entre retratos de la inmigración y el exilio.
Desde Chile estarán presentes “El viaje de Monalisa”, de Nicol Costa, documental que aborda la vida en Nueva York de Ivan Ojeda (Monalisa), donde se desempeña como trabajador/a sexual, travesti y artista y transporta al espectador a su mundo, en sus experiencias con sus amigas, sus clientes, allí donde reina la soledad, la enfermedad y la muerte y donde a pesar de todo se desprende ternura, optimismo y pureza.
También se mostrará “El rastreador de estatuas”, de Jerónimo Rodríguez, un filme que deambula entre paréntesis y digresiones, explorando visualmente el desaparecer y la identidad del exilio y que través de cortes de montaje y encadenamientos del relato, habla de la pertenencia y arraigo.
CinemaChile remarcó que históricamente, la industria cinematográfica de este país ha tenido una acogida “sobrecogedora” en el festival francés, incluyendo el estreno de películas como “Los perros” y “El verano de los peces voladores”, ambas dirigidas por Marcela Said.
Asimismo, “La familia”, coproducción de Venezuela, Noruega y Chile, dirigida por Gustavo Rondón; “Neruda” de Pablo Larraín; “El tío” de Mateo Iribarren y el cortometraje “No hay muerto malo”, de Emilio Díaz.
Subrayó que este año, a pesar de la pandemia mundial por el coronavirus Covid-19, “Chile mantiene su firme presencia en un festival clave para el desarrollo de la industria latinoamericana”.