Huelva, 15 de Noviembre (Ibercine).- Con la presentación de la película “El hoyo en la cerca”, de Joaquín del Paso, y posteriormente de “La civil”, de Teodora Ana Mihai, el cine mexicano entró en competencia por el Colón de Oro de la edición 47 del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano.
En “El hoyo en la cerca”, un thriller psicológico coproducido con Polonia, Del Paso hace una crítica social a través de una historia que reflexiona sobre la educación en México, centrada en los sucesos que acontecen a los alumnos de un exclusivo campamento de verano en México dirigido por religiosos.
De manera telemática, desde la Ciudad de México, el director aseguró que su película, que ya fue presentada en Venecia y recientemente en el Festival Internacional de Cine de Morelia, “explora la construcción de una élite en un mundo cada vez más polarizado y la utilización de la religión como una forma de fachada, de capa exterior, una construcción que va más allá de la fe, es la búsqueda del poder por el poder”.
Señaló que aunque la película está filmada en México, podría ocurrir en España también, “pues los dos países compartimos muchas cosas”.
Estimó que México es un país con una desigualdad muy grande, y hasta ahora, el cine que se hace en este país se ha dedicado a atender a las víctimas de ese problema, ya sea hablando de la pobreza, ya sea de los afectados por el narcotráfico, la violencia o la corrupción.
“Pero pocas veces se intenta analizar el origen y de dónde surgen estos personajes, estos políticos, empresarios que parecen tener menos empatía por los demás y por qué generación tras generación no hay una mejora a nivel social”.
Para el cineasta, “El hoyo en la cerca”, historia en la que hay vivencias que tuvo de joven, “explora desde el interior de este campamento esta construcción”.
Además subrayó que en México, las escuelas llevadas, lideradas por órdenes religiosas como los Legionarios de Cristo o el Opus Dei, siguen siendo vigentes, siguen educado a la élite y se siguen encontrando a miembros de estas instituciones en los escalones más altos de la sociedad.
“Queremos pensar que a nivel general se ha perdido el respeto por estas instituciones que han mostrado tener una doble moral, pero van agarrando más planteles, tienen más poder, siguen más presentes que nunca”, dijo.
Aseguró que la película ha tenido muy buena recepción en los países y lugares donde se ha presentado y en febrero estará en México en salas comerciales.
También de forma telemática, desde Bélgica, la cineasta rumana Teodora Mihai presentó “La Civil”, premiada en la sección “Un certain regard”, en el Festival de Cannes y ahora a concurso en la Sección Oficial del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano.
El filme está protagonizada por la actriz mexicana Arcelia Ramírez y cuenta la historia de una madre que busca desesperadamente a su hija, secuestrada por un cártel.
“La película muestra una gran herida en México, un tema que deberíamos abordar hasta que desaparezca; soy consciente de que mi película no ofrece respuestas, sino que mantiene el debate vivo y hace muchas preguntas que siguen siendo relevantes a mi parecer” declaró la directora.
Mihai aseguró que se cuidó mucho de no caer en el amarillismo. “Me parecía importante que el tema fuera abordado del modo más sobrio y documentalista posible, no quería caer en una violencia que entretiene, estilo Hollywood, sino dar una imagen más real del asunto, más humana”, reveló.
Para la cineasta, “es muy bonito, es un honor”, que “La civil” sea considerada como película mexicana. “Soy rumana de origen, vivo en Bélgica y hemos respetado mucho la idiosincrasia de México”.
Comentó que en Morelia, el público la adoptó como cineasta mexicana y seguramente seguirá haciendo películas sobre México, “aunque mi país sigue persiguiéndome de alguna manera”.