Adela Mac Swiney. Biarritz
28 de septiembre (Ibercine).- El cine guatemalteco entró en competencia en la 29ª edición del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, suroeste de Francia, con la película “Los fantasmas”, ópera prima de Sebastián Lojo, quien presentó la película en el puerto vascofrancés, que celebra esta semana el certamen en formato presencial.
Lojo explicó que la idea que tenía en “Los fantasmas” era hablar de una sociedad guatemalteca postconflicto y de cómo la Guerra Civil ha dejado a Guatemala llena de cicatrices y de cómo contextos y materialidades diferentes están tratando de buscar conexión, muchas veces sin éxito.
“Es esa relación entre la materialidad y los espacios lo que crea la identidad de la película” comentó Lojo en el estreno de la película que compite en la sección oficial de largometajes de ficción.
En la Gare du Midi, la sede principal del Festival de Cine Latino de Biarritz, Lojo señaló que su intención era narrar las consecuencias del conflicto armado, pero «de manera tangencial» y no de manera directa.
“Pretendía meter a la audiencia en un espacio más contemplativo, del antes y después de los momentos de acción que nos permite sentir más”, comentó.
“Los fantasmas”, única película guatemalteca en el festival francés, compite en la sección de Ficción, junto con otras ocho cintas de México, Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela.
El director de la película, Sebastián Lojo, durante su presentación en Biarritz.
En el filme, Koki se gana la vida, de día, como guía turístico en la ciudad de Guatemala. De noche, seduce a hombres y se los lleva a un hotel para robarles. Carlos, un luchador, trabaja como recepcionista en este mismo hotel. Los negocios con Koki se comprometen cuando una noche, agreden a Koki y sale seriamente lastimado.
El director explicó que todo parte de un guion de nueve folios donde están «los huesos estructurales» de la película pero desde el principio, la intención era que “la carne” se encontrara con la vida de los personajes, la mayoría de ellos actores no profesionales.
“Los puse, sí, dentro del marco ficcional pero a partir de sus propias vidas. Entonces tenemos como consecuencia que en la película se ven aspectos reales, sus familias, sus casas”, apuntó.