Madrid, 29 de enero (Ibercine).- Cinco películas mexicanas recientes, ganadoras en los Premios Ariel, que desde 1947 reconocen a los directores, intérpretes, técnicos y productores, así como los títulos más significativos de la cinematografía mexicana, podrán verse en un ciclo sobre los premios que inició en la Casa de México en Madrid.
El ciclo, que comenzó la víspera, inició con “Olimpia”, de José Manuel Cravioto, ganadora del Premio Ariel a Mejor Animación.
También se proyectarán “Asfixia”, de Kenya Márquez (Mejor Coactuación); “Mano de obra”, de David Zonana” (Mejor Ópera Prima); “El guardián de la memoria”, de Marcela Arteaga (Mejor Documental) y “Ya no estoy aquí”, de Fernando Frías, que arrasó en la pasada edición de los galardones al ganar diez de Arieles, entre ellos los de Mejor Película y Mejor Dirección.
La directora general de la Casa de México, Ximena Caraza, explicó a Ibercine que la intención de este ciclo es generar una sinergia de ida y vuelta.
“Por un lado, presentar en España a los ganadores del Premio Ariel significa un acercamiento de estos creadores mexicanos al panorama cinematográfico español, pero por otro, atraer a figuras del cine español a participar en torno a estas películas, genera un diálogo entre profesionales de ambos países”, dijo.
Caraza sostuvo que estos acercamientos e intercambios propician la consolidación progresiva de un mercado audiovisual de habla hispana, una posibilidad para fructíferas colaboraciones.
La directora de la Casa México de la capital de España aseguró que tanto en los premios Ariel como en los Goya, “hay más de una decena de categorías que premiar. Sin embargo, hemos hecho la selección de cinco principales, tratando de abarcar los distintos géneros y temáticas de la cinematografía mexicana”.
Destacó que afortunadamente el cine mexicano deambula en un sinfín de géneros y temáticas que permiten una programación plural.
“Tenemos muy claro que el cine es parte fundamental para promover la grandeza de México en España y nos esforzamos todos los días para que nuestros visitantes lo conozcan y reconozcan”, añadió.
En “Olimpia”, que se vio ayer, día 28 y podrá verse también el próximo 19 de febrero, Raquel, Rodolfo y Hernán son miembros de una brigada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el movimiento estudiantil de México en 1968.
Por medio de sus fotografías, filmaciones y escritos, se muestra un lado más personal y humano de estos estudiantes que se unieron, gritaron y nunca olvidaron.
“Asfixia” cuenta la historia de Alma, una mujer albina que luego de salir de prisión, decide recuperar algo todavía más importante que su libertad: la hija que le fue arrebatada. Trabaja como enfermera para el hipocondríaco Clemente, una relación que podría convertirse en una bocanada de oxígeno en un mundo sofocante. Podrá verse los días 4 y 25 de febrero próximos.
“Mano de obra”, de David Zonana, narra la historia de Francisco y un grupo de trabajadores de la construcción, quienes levantan una casa en una zona de lujo en Ciudad de México y después de soportar diversos abusos contra él y sus colegas, y tras haber reclamado varias veces lo que les corresponde, finalmente se toman la justicia por su mano. Podrá verse los días 5 y 18 de febrero próximos.
“El guardián de la memoria” podrá verse el 11 y el 26 de febrero próximos, con la historia de Carlos Spector, un abogado migratorio de Texas que pelea por conseguir asilo político para mexicanos que huyen de la violencia y el olvido en un pueblo devastado por la guerra contra el narcotráfico.
Por último, “Ya no estoy aquí”, de Fernando Frías, elegida para representar a México en los Premios Oscar 2021, ganadora de la última edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y nominada a Mejor Película Iberoamericana para la próxima edición de los Premios Goya podrá verse los días 12 de febrero y 3 de marzo próximos, día en que se clausurará el ciclo.
El filme cuenta la historia de Ulises, un joven de 17 años que está inmerso en la subcultura “Kolombiana” en Monterrey (en el estado norteño de Nuevo León) y tras un malentendido con miembros de un cártel local, se ve obligado a emigrar a Estados Unidos dejando atrás lo que más le define: su pandilla, el baile y las fiestas que tanto ama.