David del Río. Biarritz (Francia)
28 de septiembre (Ibercine).- Con la proyección de la película chileno-peruana «Lina de Lima» de la directora María Paz González, cumbias en vivo y mensajes de solidaridad para Latinoamérica por la grave situación sanitaria de la región derivada de la pandemia, arrancó en la noche del lunes la vigésimo-novena edición del Festival de cine latinoamericano de Biarritz, uno de los principales del género de Europa, y uno de los pocos este año en celebrarse en formato estrictamente presencial.
«Es una verdadera proeza que el festival haya podido tener lugar» declaró en su discurso inaugural pronunciado esta noche en el auditorio de la Gare de Midi la alcaldesa de puerto vascofrancés, Maider Arosteguy, consciente de las enormes dificultades para celebrar el evento fílmico multitudinario.
«Gracias a los que han cruzado el charco para venir a Biarritz a pesar de los obstáculos. Nos alegramos mucho de que estén aquí» declaró por su parte el presidente del festival, Serge Fohr, lanzando un mensaje de solidaridad con América Latina, con la que está muy vinculada el puerto del suroeste de Francia.
Fohr subrayó también el vivo deseo de los organizadores del festival de no echarse atrás en la celebración de la edición de este año, por ser la anterior al trigésimo aniversario del certamen, consolidado como uno de los principales del viejo continente para el cine latinoamericano.
«Estamos particularmente felices de estar esta noche ante ustedes y aliviados» comentó de su lado el Delegado general del Festival de Biarritz, Antoine Sebire, ante el público de la enorme sala principal de Biarritz, con aforo recortado este año y el público portando mascarilla obligatoria, por el protocolo de distanciamiento y prevención implantado por las autoridades para hacer posible la celebración con garantías sanitarias.
Como otros festivales, la pandemia ha afectado también al número de invitados latinoamericanos del festival que este año es mucho menor debido a las restricciones a los viajes intercontinentales.
Pero pese a ello el certamen conserva el grueso de su programa, incluido el paralelo al cinematográfico, compuesto por conciertos y conferencias literarias aunque sin exposición fotográfica en esta edición.
Un total de 30 películas participan en las tres secciones competitivas del festival, nueve de ellas en la sección oficial de largometrajes, una menos tal vez que lo que suele ser el promedio de otros años pero que se compensa con un documental más en esa sección y con una decena de cortometrajes en competición.
Del total de películas, nueve largometrajes producidos o coproducidos por Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela competirán por el premio «Abrazo» a la mejor película del Festival “Biarritz Amérique Latine” (FBAL) por su denominación en francés.
Argentina es el país más presente en la sección oficial con una película producida en Argentina, “Ofrenda” de por Juan Mónaco Cagni, y tres coproducciones más, así como México que cuenta con dos filmes en competencia: “Se escuchan aullidos” de por Julio Hernández Cordón y “Selva trágica” de Yulene Olaizola.
El cine chileno también está muy presente y participa con la película “La Verónica” dirigida por Leonardo Medel y con la citada “Lina de Lima” que es coproducción con Perú.
El festival del suroeste de Francia tiene además competencia en cortometrajes y largometrajes documentales y desde recientemente unos Encuentros profesionales de Coproducción que este año también se celebrarán y cuyo proyecto ganador recibiriá una ayuda para la postproducción anunció hoy lunes la dirección del certamen.
El jurado principal, el de largometrajes de ficción, está compuesto este año por la programadora Nicole Brenez, la directora Patricia Mazuy y el actor Malik Zidi.
Los tres miembros del jurado de largometrajes de ficción elegirán el principal galardón del certamen, el premio “Abrazo” a la mejor película, dotado con una ayuda a la distribución de 7000 euros, 8249 dólares.
“El objetivo del Festival es promover el conocimiento y la difusión del cine y las culturas de América Latina. Con este fin, el Festival Biarritz Amérique Latine distingue y da valor a obras cinematográficas a través de secciones competitivas y no competitivas” explicaron los organizadores del festival que dura una semana y concluirá el próximo domingo 4 de octubre tras la entrega de premios del sábado 3 de octubre.
La aportación a la cultura de los Estados Unidos de los 53 millones de latinoamericanos de su población será el tema central de un programa paralelo a la competencia, el “focus”, e inspira la imagen de la edición de este año del festival cuyo cartel mezcla la iconografía de la virgen mexicana de Guadalupe con la Estatua de la Libertad de Nueva York.
El festival vascofrancés es una celebración de la cultura latinoamericana en general y cuenta con una programación paralela además de conferencias de escritores, que este año incluye un homenaje al escritor chileno recientemente fallecido Luis Sepúlveda, así como con un programa de conciertos musicales, que en esta edición el público tendrá que que seguir sentado desde sus asientos.