David del Río. Biarritz (Francia)
A finales de septiembre el gran actor argentino Leonardo Sbaraglia presentó en el Festival de cine latinoamericano de Biarritz, Francia, y en el de San Sebastián, “El hombre que amaba los platos voladores”, la última película de Diego Lerman, producida por Netflix, muy bien recibida en las dos muestras, y en la que interpreta a José de Zer, una estrella de la televisión argentina reconocida por ser pionero en exitosos pero cuestionables programas sobre extraterrestres y fenómenos paranormales de los años ochenta y noventa en Argentina.
Un papel en el que Sbaraglia no encarna, “reencarna” al periodista, en uno de sus papeles más memorables, fruto de su compromiso con un personaje real.
“Yo entiendo como una responsabilidad encarnar a un personaje que ha existido, un personaje que ha tenido su historia, su vida, su familia, que ha dejado su legado y su experiencia en la vida y que ya no está” comentó Sbaraglia en entrevista con Ibercine y Reencuadre en el puerto francés de Biarritz durante la 33 edición del festival de cine latinoamericano.
La película se exhibió fuera de competencia en Biarritz que este año se celebró paralelamente al de San Sebastián, distante en tan solo cincuenta kilómetros. al otro lado de la frontera franco-española, y en donde formó parte de la sección oficial.
“Me ha tocado interpretar a gente viva y a gente que ya no está. Quizá en esta experiencia y en otra que tuve el año pasado fue como volver a caminar entre fantasmas” añadió Sbaraglia, quien antes que a José de Zer interpretó en una serie al ex presidente argentino Carlos Menem.
“De alguna manera es volver a traer, como quieras llamarlo, algún alma, fantasma, recuerdo, o energía y que esté otra vez entre nosotros” comentó el actor.
Para preparar el papel de José de Zer en “El hombre que amaba los platos voladores”, Sbargalia consultó a su hija, Paula de Zer.
“Una cosa que me dijo Paula de Zer, la hija de de Zer, es que me agradeció porque sentía que yo había vuelto a traer a su padre. La verdad es que son cosas muy fuertes y al mismo tiempo parece que nuestro trabajo también es un poco eso a veces, traer a alguien que ya no está, por algo será, algún tipo de sanación o de experiencia o de encuentro tendremos que transitar al respecto” comentó el actor.
El actor también vio abundante material videográfico de los programas de De Zer para preparar su papel.
“Usé mucho el material videográfico. Lo que pasa es que en los archivos de la televisión se van usando los cassettes en la época de los noventa y había mucho material que había sido borrado. Pudimos acceder a material que había sido digitalizado y sí escuchándolo mucho, mirándolo mucho y tratando de meterme, o de que él se meta, como de abrir algo en mí para que este hombre energéticamente se meta dentro de mi cuerpo y bueno eso también tiene que ver con un trabajo en el cual también vas aprendiendo, como un bailarín, una coreografía” explicó Leonardo Sbaraglia.
“Al principio lo aprendes como si fueran unos pasos de bebé, que despacito vas caminando, moviendo y eso con la práctica y a medida que se va metiendo dentro de ti, que se va haciendo orgánico, ya lo incorporas y hace como una alianza entre lo que eres y lo que necesitas hacer y tu propia, lo que vas asimilando, pudiendo asimilar” añadió Sbaraglia, quien deslumbra con su interpretación.
“¿Es un personaje para el lucimiento? sí lo es, porque son esos personajes que están creando ficción, que están creando algo donde no hay nada, con este afán de tener que generar contenido, que generar notas, cosas para el programa, porque tiene que salir, la televisión es así, hay que hacerlo, hay que generar contenido, rating” agregó.
“Estos se valían de cualquier cosa, encontraban una piedra y decían, creo que esta piedra fue pisada por la persona que estamos buscando, que no está aquí en este momento, vamos a una pequeña pausa y volvemos, cualquier cosa” añadió.
La película de Diego Lerman, hilarante por momentos, retrata además una parte de la historia de la televisión argentina, en los ochentas y noventas del siglo pasado.
“En realidad era otro mundo, un mundo donde no había redes, no sé si había, las primeras computadoras, no sé si había el concepto de internet, realmente el acceso a lo audiovisual era completamente analógico. Era un contenido de ficción que terminó teniendo en el caso de José De Zer, un contenido casi de ficción que terminó teniendo un lugar muy importante en el telediario, había muchas cosas inventadas y otras tanto reales” comentó Sbaraglia.
El actor contactó también con personas que participaron en los programas de José de Zer, quien falleció en 1997 tras cosechar una década de éxitos en la televisión argentina entre mediados de los años ochenta y mediados de los noventa.
“Hay como un pacto de silencio con la gente con la que quisimos hablar sobre el tema de los objetos voladores no identificados o de la casa embrujada que él cubría y que nadie de la gente que participó de ese tipo de eventos dijo no, esto era así o no era así, estábamos allí y vimos muchas cosas. Yo creo que probablemente hasta hayan visto algo lo que pasa es que es como él decía para que la gente lo vea y se atraiga, hay que exagerarlo” comentó Sbaraglia.
El actor confesó estar cansado por el esfuerzo que tuvo que realizar para interpretar a José de Zer y a Carlos Menem previamente, dos ejercicios interpretativos sucesivos, tras los cuales se tomó unas largas vacaciones.
“Es el último trabajo que hice justo este año hice este año que no lo he visto todavía, y además coincidió en un año en donde me vi obligado, me tocó interpretar a un ex presidente argentino, a Carlos Menem, y para eso me tuve que preparar muchísimo. Eso fue antes, tuve que agrandar mi imaginación y los recursos y las herramientas y hacerme más fuerte, hacerme más grande. Tuve que emplear mis límites. Luego de hacer a Menem me tocó hacer a José de Zer, que fue dos meses después. Estaba como todo, con el universo imaginativo y muscular abierto, como en energía turbo”, apuntó.
“Fue increíble. Todavía estoy recogiendo las partes. Me tomé unas vacaciones estuve seis meses sin trabajar me quedé roto no quebrado como hinchado y como mirando para el techo”, dijo Sbaraglia.
RELATOS SALVAJES
Este año se cumplen diez años del estreno de “Relatos Salvajes”, uno de los grandes éxitos mundiales del cine argentino, seleccionada en competencia en Cannes, y en la que Sbaraglia interpretó al personaje principal de una de las más memorables de las seis historias de la cinta.
“Impresionante. Son esos golpes de suerte, de trabajar con un genio, como es Damián Szifrón, esos golpes de suerte que te da, como todas las películas que pude hacer con Marcelo Piñeiro, fueron cinco, de poder tener una relación así con un director, de cinco películas, es algo muy importante, así como después con Antonio Hernández, dos películas” comentó Leonardo Sbaraglia.
“Szifrón es uno realmente de los mejores y más grandes directores que tenemos en la Argentina así como también me pasó, un regalo de la vida, haber participado en una película con Almodóvar, con Antonio Banderas. Esa escena es también un regalo, son experiencias de las que sí sientes que son una bisagra” añadió.
“Cada vez que trabajas y que el destino te ofrece la posibilidad de trabajar en ese tipo de películas es como que se te cambia un poco como el standard de lo que es el trabajo a nivel internacional” concluyó.
AMENAZAS AL CINE ARGENTINO
Sbaraglia se ha sumado a la defensa de las instituciones cinematográficas argentinas ante el plan del nuevo gobierno del presidente Milei que amenaza con recortar sus recursos usando pretextos falsos según el actor.
“Yo creo que el problema es que lo que hay detrás es algo que uno no conoce ni maneja. Yo no estoy dentro del INCAA, nunca estuve dentro de una institución, no sé como funciona. Yo solamente trabajo, pasé prácticamente cuarenta años como actor, en la vida he vivido del Estado, siempre he trabajado para una productora, para Netflix en este caso, o para Apple, lo que pasa es que hay como una especie de discurso falaz, por estar defendiendo el INCAA” explicó el actor.
“Uno no lo defiende por razones personales, yo no trabajo para el INCAA, ni recibo subsidios, simplemente, trabajo y recibo mi salario de una productora o de una plataforma, pero claro, uno defiende el subsidio del ente autárquico que es el INCAA, que es un ente que recibe dinero no del Estado sino que recibe dinero de los tickets de cualquier película que se compre, y que recibe dinero de un impuesto que se les cobra a las radiodifusoras y a los cableoperadores” prosiguió Leonardo Sbaraglia.
El intérprete consideró que el paquete financiero que se recauda para el financiamiento del cine nacional podría ser utilizado por el gobierno argentino para otros fines distintos.
“Lo importante es tener un cine, que le dé lugar a aquellos autores y directores que no tienen la posibilidad de tener un mercado, acceso al mercado. Eso es importante, eso es nuestra identidad, y nuestra identidad cultural. Eso es lo que uno defiende” agregó
Según el actor, en Argentina, en este momento, “hay un discurso falaz que dice que ese dinero se le quita a otra cosa”. “Eso es mentira” concluyó.
DIFERENCIAS ENTRE TRABAJAR EN EL CINE DE ARGENTINA Y EL DE ESPAÑA
El actor ha dividido su trabajo como intérprete entre varios países, pero sobre todo entre Argentina y España, en donde vivió diez años, trabajó con Almodóvar y nació su hija.
Sbaraglia pasa actualmente más tiempo en Argentina que en España pero mantiene como su representante a un español, desde hace casi treinta años.
Cuestionado por su amplia experiencia sobre las diferencias existentes entre el trabajo de un actor en Argentina y en España, Sbaraglia reconoció dos estilos distintos más allá de los propios a cada director.
“La característica en Argentina bastante fuerte es que al actor se le da un rol también muy de autor. Como que son proyectos en general que cuesta mucho hacer. Se hace más a pulmón y también hay tradición de teatro y de trabajar en equipo” explicó el ganador de varios Premios Cóndor de plata en Argentina, entre otros múltiples galardones.
“Argentina tiene para mi tiene esa característica, que trabajamos mucho en red, con el director. El actor puede improvisar mucho a la hora del trabajo. En esta película hay mucho improvisado y eso está bueno por toda la investigación que hice sobre José de Zer luego la pude poner. Hubo un espacio para eso en la película” indicó.
“Me parece que en España el guion es más una cosa que te va como fijando mucho y se concentran muchos las producciones en el guion y con el director. Como una manera más piramidal, al menos en las experiencias que yo tuve. Entiendo que hay otro tipo de directores. No se puede generalizar. Pero mi experiencia entre los dos lugares ha sido un poco más marcado por esas características” concluyó el también ganador de un Goya por su papel en “Dolor y Gloria” de Pedro Almódovar.