En entrevista ( vídeo ) con Ibercine, Rubén Moreno, director del Festival Internacional de Cine de Huesca, que iniciará mañana y concluirá el próximo 20 de junio, destacó el peso “grandísimo” del cine iberoamericano en el certamen
Por Adela Mac Swiney (España)
Madrid, 11 Junio (Ibercine).- Dando un gran peso al cine iberoamericano en todas sus ediciones y con un formato mixto, presencial y online, el Festival Internacional de Cine de Huesca inicia este viernes 12 de junio su edición número 48, con un formato particular debido la pandemia y convirtiéndose en el primer certamen en abrir salas de cines al público tras el confinamiento de la cuarentena iniciada en España a mediados de marzo.
Más de 100 cortometrajes, entre sus tres concursos: el iberoamericano, el internacional y el nacional, además las secciones paralelas, convertirán un año más al festival de Huesca, noreste de España, en foco de atención internacional donde se podrá ver “una foto fija del sector” del corto y del cine en general.
En entrevista con Ibercine, Rubén Moreno, director del Festival Internacional de Cine de Huesca, que iniciará mañana y concluirá el próximo 20 de junio, destacó el peso “grandísimo” del cine iberoamericano en el certamen.
“Históricamente, el festival siempre ha tenido una sección dedicada al cine iberoamericano, una sección en su concurso de cortometrajes con un gran peso, al que nos llegan muchísimas producciones de toda la región y que nos cuesta muchísimo seleccionar, por la cantidad y calidad”, declaró Moreno.
Explicó que con Iberoamérica hay una relación que va mucho más allá y que involucra a los gobiernos, instituciones, la industria del cine en la región y añadió que sin ir más lejos, el premio Pepe Escriche que otorga el certamen este año será para la Cátedra Bergman de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “país con el que siempre hemos tenido una magnífica relación”.
Para Moreno, ha sido complicado preparar la 48 edición del certamen por la crisis sanitaria.
Pero gracias al proceso de la desescalada del estado de alerta iniciado en España el festival ha podido realizarse con una estrategia dividida en tres ejes: una parte online gratuita que recoge diversas secciones y propuestas cinematográficas, sesiones presenciales de los cortometrajes a concurso en el Teatro Olimpia de la ciudad de Huesca, con aforo reducido y estrictas medidas sanitarias, y un autocine con espacio para cerca de 200 coches.
El director del certamen oscense recordó que anteriormente el festival había tenido una parte online “lo que nos ha permitido darle una vuelta, mejorarlo, trabajarlo y poder hacer que este año podamos salir con esa gran parte, gran grueso del festival en ese formato, pero no hemos descartado la importancia de lo físico y lo social, de la relación con la ciudad”.
Sobre la decisión de mantener las fechas iniciales del festival explicó que se hizo “primero por pura supervivencia, porque teníamos que mantener unos cuantos puestos de trabajo y segundo porque todo el mundo ha movido fechas de eventos para otoño y teníamos una gran incertidumbre”.
“Decidimos, costara lo que costara, mantener las fechas originales y sobre todo, también, por una gran responsabilidad con el sector profesional, ya que nosotros somos una ventana importante para el mundo del cortometraje, para el mundo del cine, calificamos para los Óscar, para los Goya, hay mucha gente pendiente de Huesca” subrayó Rubén Moreno.
También resaltó que la decisión se tomó por respeto para “nuestro público, el público de la ciudad al que le debíamos que cuando saliéramos de esta situación tan dura que hemos vivido, habría actividad cultural, un seguir trabajando para que la cultura no se frenara, no se parara y se pudiera también disfrutar después de esos días tan duros que hemos pasado todos encerrados en casa”.
Una de las grandes novedades del certamen es el autocine, iniciativa que según Moreno ha causado muchísima sensación en la ciudad, que está teniendo una gran repercusión mediática y cuyas entradas se están vendiendo muy rápido.
“Yo no sé si el autocine ha llegado para quedarse o no, a nosotros nos gusta el cine en las salas, nos gusta también el cine al aire libre y esta es una manera más de ver cine, que veremos cómo evoluciona. Nosotros, si el público lo demanda, pues lo repetiremos pero todo dependerá de la situación sanitaria”, comentó.
El director del certamen lamentó no poder contar para esta 48ª edición con público y participantes de fuera de España.
Entre los jurados para los tres concursos está el director y guionista mexicano Celso García, la italiana Claudia Praolini, el director brasileño Sergio Oksman y el polaco Witold Kon.
“No nos lo permite la ley pero quiero agradecer a todos esos directores, productores y distribuidoras de los cortometrajes a concurso que nos han permitido el poder realizar este festival online y que va a permitir que el público pueda verlo y disfrutarlo, desde cualquier parte del mundo”, recalcó.
Sin embargo, confió en que la crisis sanitaria se solucione y que el año que viene se puedan volver a tener los entre nueve mil y diez mil espectadores que acudieron a la cita cinematográfica el año pasado.
Moreno afirmó que otra de las cosas importantes para que el festival este año siga manteniendo su nivel es que continúan los premios que entrega en sus tres concursos de cortometrajes, que suman más de 24 mil euros (más de 27 mil 200 dólares) y que encabeza el Premio Danzante.
Insistió en que el Festival Internacional de Cine de Huesca brinda una foto fija de cómo está el mundo del cortometraje, el mundo del cine en el momento actual “y en este año es más importante que nunca conocer en qué punto estamos, por eso las óperas primas son más importantes que nunca”.
“Huesca tiene siempre un papel importante en ese viaje iniciático que es el mundo del cortometraje, en muchos casos para directores y para todo el equipo que trabaja en los cortometrajes”, concluyó.