Por Adela Mac Swiney González
San Sebastián, 20 de Septiembre (Ibercine).- Con más de 60 años a sus espaldas “jugando” a ser actor, el intérprete español José Sacristán recibió hoy el Premio Nacional de Cinematografía de España “por representar la historia viva del cine español” y “haber encarnado como nadie las contradicciones, vicisitudes e idiosincrasia de una sociedad en transformación”.
Sacristán recogió el premio, en presencia del ministro español de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en el marco de la 69ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se inauguró el pasado día 17 y concluirá el próximo domingo 25.
El actor, quien a lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios, entre los que destacan, dos Conchas de Plata del Festival de San Sebastián y un Goya, dirigió un emotivo discurso en el que aseguró que “he llegado hasta aquí aprendiendo en el camino, tras 60 años jugando” y para refrendar esto, refirió una entrevista reciente en la que se citaba a Friedrich Nietzsche: ‘No hay mayor seriedad que la del niño cuando juega”.
He llegado hasta aquí “trabajando, estudiando, investigando, curioseando, mirando, con tanta certeza como inquietud, con tanto arrojo como temor, como suele ser habitual en el ánimo de los que nos dedicamos a esto” y no pensando en desentrañar la complejidad del personaje, sino en cómo llegar a fin de mes para pagar el alquiler, comentó.
Sacristán, de 83 años recordó que cuando era niño, “yo me ataba tres plumas en mi cabeza y me plantaba desafiante frente a mi abuela, que decía ‘¡un indio!’. ‘Se lo ha creído’, decía yo. Cuando me anunciaron el premio, volví a oír el grito de mi abuela, se lo han creído, pensé, se han creído que era el estudiante, el abogado, el asesino, el ingeniero”.
Afirmó que “cada vez que actúo siento las plumas de gallina en mi cabeza y siento el trajín, el bullir y el entusiasmo que produce la seriedad del juego. Y entonces, lo imposible, es. Y tengo la luna. Y yo sé que se lo han creído. Como mi abuelo. Y como vosotros. Palabra de Sacristán”.
El hoy premiado también rindió un homenaje al cineasta y guionista español Mario Camus, quien falleció el sábado a los 86 años y con quien trabajó. “Si pudiera sacar mi corazón y ponerlo ante vuestros ojos, quitara el trabajo a mi lengua de decir lo que apenas se puede pensar”, dijo citando a Miguel de Cervantes.
La actriz española Aitana Sánchez Gijón, quien entregó el galardón, recalcó que con Sacristán se premia también una ética y recordó el compromiso de éste en la huelga de actores de 1976 “cuando consiguieron implantar el día de descanso en los teatros y condiciones más dignas”.
José Sacristán es un actor de cine, teatro y televisión. Debutó profesionalmente en el teatro en 1960, trabajo que, desde 1965, ha compaginado con el cine, y la televisión hasta hoy. Su trayectoria es extensísima.
En los años setenta participó en algunas de las comedias más representativas de la época, al tiempo que se reveló como un excelente actor dramático en trabajos como “Un hombre llamado Flor de Otoño”, de Pedro Olea, “La colmena”, de Mario Camus o “El pájaro de la felicidad”, de Pilar Miró.
Ha trabajado con la gran mayoría de los cineastas de España de distintas generaciones, destacando en todo tipo de géneros y ha desarrollado también una parte de su carrera profesional en Argentina, donde se hizo popular en 1978 a raíz de “Solos en la madrugada”. En ese país protagonizó un título de gran relevancia como “Un lugar en el mundo” (1992).
Además de su carrera como actor, ha dirigido “Soldados de plomo” (1983), “Cara de acelga” (1987), donde también fue el responsable del guion junto a Carlos Pérez Merinero y “Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?” (1992).
Su trayectoria también ha sido reconocida con el Cóndor de Plata de Honor en 2011, el Premio Feroz de Honor a toda una carrera en 2014 y la medalla de honor del Círculo de Escritores Cinematográficos en 2020. Asimismo, en 2001 recibió la Medalla al Mérito de las Bellas Artes.
El Premio Nacional de Cinematografía recompensa la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español, puesta de manifiesto preferentemente a través de una obra hecha pública o una labor profesional desarrollada durante el año 2020, o, en casos excepcionales debidamente motivados, se otorga como reconocimiento a una trayectoria profesional.
Concedido por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 30 mil euros (más de 35 mil 500 dólares).