Por Adela Mac Swiney González. Huesca
18 de junio (Ibercine).- El director, guionista y productor mexicano Michel Franco recibió hoy viernes el Premio Ciudad de Huesca Carlos Saura de la 49ª edición del Festival Internacional de esta ciudad del noreste de España.
18 años después, Michel Franco regresó a Huesca, en donde en 2003 ganó el Premio Danzante del certamen con su cortometraje “Entre dos“, premio que considera, “es el más importante que he tenido en mi carrera”.
“Es por mucho el premio más importante que he tenido en mi carrera, es el que me llevó a asumir que podría ser director de cine”, declaró dedicando este nuevo galardón a Pepe Escriche, fundador del Festival Internacional de Cine de Huesca y a Enrique Alagón, dueño del laboratorio mas importante en capacidad de producción de Latinoamérica, LaboFilms.
Muy emocionado recordó a Alagón, español, zapatero, aragonés, que llegó a México a empezar de cero y tras conocer a gente de la industria cinematográfica, trabajó en el sector.
“Cuando yo empezaba me apoyó mucho, sin cobrarme nada y cuando logré un premio, tres años después de conocerlo, estaba vuelto loco” comentó Michel Franco.
El cineasta recordó dos películas que vio a los quince años, “cuando la semilla del cine se plantó en mi cabeza o donde se plante, que es un germen que ya no te quitas de encima y tiene cosas buenas y otras muy difíciles” que le marcaron profundamente: “Los olvidados”, de Luis Buñuel y “Cría Cuervos”, de Carlos Saura.
Carlos Saura está en Huesca para entregarle el premio y Franco puntualizó que “volví a ver ‘Cría Cuervos’ hace poco y tuvo en mí el mismo efecto que cuando era adolescente. Es una obra maestra, aunque no sabría decir si es la mejor de Saura porque tiene muchas obras maestras. Que él me dé el premio me provoca mucha ilusión”.
El mexicano, unas de las voces más relevantes del cine iberoamericano en la actualidad, autor de obras como “Chronic”, premio al mejor guion en el Festival de Cannes; “Después de Lucia”, ganadora de la sección “Un Certain Regard” en el certamen francés o “Las hijas de abril”, seleccionada por el Festival de San Sebastián, afirmó que su cine alcanza al gran público “y eso me hace muy feliz”.
Subrayó que “yo no hago películas para los festivales, sino para la audiencia, y no solo para la audiencia mexicana, hago cine para el mundo”.
Ante la pregunta de qué cara de su país muestra, respondió que el México que retrata “es muy variado y no por formar parte de la clase privilegiada muestro solo una parte del mundo. Por ejemplo, en ‘A los ojos’, que ha sido mi película menos vista, contaba una historia en las zonas marginales de México”.
Reconoció que hubo errores en el estreno mundial de ese filme, que tomó malas decisiones para ser proyectada en festivales y que rechazó una oferta que considera que tendría que haber aceptado y por ello tuvo parte de la culpa de esta falta de público, pero a la vez, “la gente no quiere ver miseria, México no quiere ver el propio México” y de hecho, en su momento, Buñuel fue perseguido por hacer “Los olvidados”, recordó.
Emocionado con la mezcla de recuerdos que trae su paso por el Festival Internacional de Huesca, Franco admitió que le resulta incómodo ver su propio trabajo, pero “con la contradicción que eso supone”, sí que volverá a ver hoy “Entre dos”, y “lo haré con mucha emoción, casi veinte años después”.
Carlos Saura fue la primera persona en recoger el premio Ciudad de Huesca en 1991; otros como Fernando Trueba, Arturo Ripstein o Julio Medem le sucedieron en el palmarés.