Madrid, 2 de Octubre (Ibercine).- Emocionado de recibir mañana el premio PLATINO de Honor de la VIII edición de estos galardones de la industria audiovisual iberoamericana, el actor mexicano Diego Luna afirmó que cada vez siente más la responsabilidad de realizar proyectos que lleven a una reflexión pertinente sobre la realidad.
“No tenemos tiempo, la pandemia vino a dejarnos claro que tenemos que hacer algo, tenemos que reaccionar, no podemos seguir viviendo en este nivel de desigualdad, no nos podemos seguir relacionando con esta tierra de la forma en que lo hemos hecho, tenemos que cambiar, y si tenemos esa certeza, las historias nos pueden ayudar a detonar la realidad necesaria”, dijo en rueda de prensa en la víspera de recibir el galardón.
Luna, considerado uno de los máximos exponentes de la industria audiovisual iberoamericana en todo el mundo, recibirá el premio por la promoción de la cultura y las artes de la región, trabajando delante y detrás de las cámaras tanto en esta industria como en grandes producciones de Hollywood.
Sobre este reconocimiento, el actor de 41 años aseguró que al recibir la noticia, creyó que era una broma, “pues todavía pienso que tengo 20 años y que tengo que sentarme a decidir bien qué hacer con mi vida, me cayó un balde encima, pero de agua templada, porque también me emocionó mucho saber que soy parte de una comunidad”.
Apuntó que el premio llega en un momento “en el que me siento más vivo que nunca, con más ganas que nunca de contar historias y es la motivación necesaria para salir adelante, sobre todo después de este incierto tiempo del que venimos y es que durante la pandemia muchas veces me pregunté si lo que hacemos es esencial o no”.
Ante ello, recalcó que para él es muy importante que la honestidad acompañe su trabajo y entender problemáticas desde otras perspectivas para eventualmente ser parte de la solución.
El actor y director mexicano de cine, televisión y teatro, afirmó que “yo vengo de un país que te confronta con un contraste constante, vivimos en un planeta donde la desigualdad ha crecido de forma muy veloz, pero en México es imposible no interactuar con esos contrastes y con esa proximidad entre historias que quieres contar e historias que quisieras no tener que contar”.
Aseguró que no ha perdido la curiosidad por saber qué le pasa al otro, le interesa la historia de sus vecinos, lo que pasa allá afuera, “entonces sin duda para mí es bien importante que lo que hago, lo que digo en mi trabajo, represente mi punto de vista y a lo mejor eso limita la cantidad de cosas que vaya a hacer, pero las haré con plena convicción”.
Sobre la integración iberoamericana en la industria audiovisual, consideró que “hemos estado lejanos como industria”, pero “hoy estamos en un momento muy especial”, además de que recalcó que “en bloque somos más fuertes, con nuestras historias nos corresponde vernos entre nosotros y son muchas las historias que compartimos, por lo que siento que estamos en un momento apremiante”.
Reivindicó la importancia de que sean los creadores iberoamericanos los que relaten sus realidades y experiencias. “Vamos a ser nosotros quienes contemos esa historia. Es el momento para que nuestras historias salgan y encuentren públicos por todo el mundo. Las herramientas están ahí, pongamos la creatividad”, dijo.
Con este premio, Luna recoge el testigo de Raphael, último reconocido con el Platino de Honor en la VI Edición de los galardones celebrada en 2019, después de que en ediciones anteriores el premio fuera concedido a figuras del mundo iberoamericano tan destacadas como la mexicana Adriana Barraza (2018), el estadounidense de ascendencia mexicana Edward James Olmos (2017), el argentino Ricardo Darín (2016), el español Antonio Banderas (2015) o la brasileña Sonia Braga (2014).