David del Río. Biarritz (Francia)
20 septiembre.- Con la entrega al director brasileño Kleber Mendonça Filho del premio honorífico “Abrazo” del festival «por su espléndida carrera», esta noche comenzó en el puerto vascofrancés de Biarritz la 34 edición del Festival de cine latinoamericano, en el que este año se exhibe una cifra récord de 71 películas de 16 países de la región.
El cineasta brasileño fue el protagonista por partida doble de la gala por la proyección como largometraje inaugural del certamen de “O agente secreto” su última película, multipremiada en mayo pasado en Cannes en donde obtuvo, entre otros, el Premio del Jurado y el de la mejor interpretación masculina para su actor protagonista, Walter Moura.
“Quiero agradecer al festival de Biarritz las imágenes de América Latina que muestra desde hace tantos años” declaró Kleber Mendonça al recibir la estatuilla del Premio Abrazo, el gran premio honorífico del festival de referencia del cine latinoamericano de Francia que en las dos ediciones anteriores recibieron los mexicanos Gael García Bernal y Alfonso Cuarón.
El certamen arrancó este sábado con una jornada de exhibición, sin películas en competencia, y con dos homenajes a personajes latinoamericanos fallecidos recientemente, el ex presidente uruguayo Pepe Mújica, honrado con un debate y la proyección del largometraje “Compañeros”, y el escritor peruano Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Mañana domingo (21 de septiembre) inicia la competencia del festival con la proyección de “La hija Cóndor”, una coproducción de Bolivia y Uruguay dirigida por Àlvaro Olmos Torrico.
Este año destaca en la selección dos películas de República Dominicana, Tíguere’, del director José María Cabral, y ‘Bajo el mismo sol’, así como una película de Bolivia y otra de Puerto Rico, cinematografías poco presentes habitualmente en grandes festivales.
Un decena de películas de Brasil, Venezuela, México, Argentina, Uruguay y Colombia además de las ya citadas de Bolivia, Puerto Rico y República Dominicana, conforman la competencia oficial cuyo jurado preside el actor francés Thibault de Montalembert.
Otras veinte películas más, diez documentales y diez cortometrajes compiten también en sus respectivos apartados de la selección oficial 2025 de Biarritz extraída de un visionado previo de más de mil películas.
La edición de este año del festival, que dirige y programa el delegado general Jean-Christophe Berjon, tiene como tema “foco” una problemática muy latinoamericana: “las migraciones”, al que se le dedica un ciclo de nueve películas entre las que figuran la mexicana “La jaula de oro” y la coproducción argentino-brasileña “Dormir de olhos abertos”.
Este año además, por primera vez, el festival celebrará un ciclo de cortometrajes realizados con teléfonos celulares.
Una nueva sección que tendrá como “padrino” de honor al gran director francés Claude Lelouch, el realizador de la mítica “Un homme et une femme” (Un hombre y una mujer) Palma de oro en Cannes e inolvidable además de por sus cualidades fílmicas por su banda sonora.
El festival incluye en su programación numerosos preestrenos de películas latinoamericanas en Francia así como varias sesiones especiales para completar su panorama sobre el cine más reciente y contemporáneo de Latinoamérica.
“La ola” del director chileno Sebastian Lelio clausurará esta edición que concluirá el viernes 26 de septiembre y que este año anunciará su palmarés de premios un día antes de lo habitual, en la noche local del jueves 25 de septiembre.
Además del programa estrictamente cinematográfico el festival de Biarritz tiene un apartado cultural más amplio que incluye además, paralelamente al cine, debates sobre temas de actualidad en Latinoamérica, una exposición de fotografía mexicana, un encuentro literario y un programa de conciertos musicales.
“Durante una semana Biarritz será el lugar de encuentro privilegiado entre Francia y América Latina” comentó en la inauguración del festival la Alcaldesa de Biarritz, Maider Arosteguy que junto al presidente del festival, Serge Fohr, inauguraron la 34 edición.
“Desde su creación el festival no ha hecho más que crecer en intensidad, en frecuentación, en reconocimiento pero sobre todo en profundidad” resaltó Arosteguy.