Madrid, 20 de julio (Ibercine).- Filmoteca Española adquirió la copia más completa y en el sistema de color original (el británico Dufay Chrome) de “Garbancito de la Mancha” (1945), el primer largometraje de dibujos animados hecho en España y el primero en color de Europa.
Hasta la fecha en España solo se conservaba un fotograma de la película dirigida por José María Blay en el sistema original que se encuentra en la Filmoteca de Cataluña.
El British Film Institute de Londres conserva dos rollos en 35mm de los diez que compusieron originalmente la película.
Ahora, Filmoteca Española adquirió ocho de esos diez rollos y de esta forma posee la copia de proyección Dufay Chrome más completa que existe, informó en un comunicado la institución.
Además de esos rollos originales, se han encontrado también otros materiales posteriores: versiones en blanco y negro o en color, de diferentes técnicas y formatos.
La directora del Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca Española, Marián del Egido, aseguró que las adquisiciones “contribuyen a completar la historia de la película muchos años después de su estreno, a ilustrar el interés que suscitó, su vida y su evolución”.
“Garbancito de la Mancha” es una adaptación del cuento homónimo escrito por Julián Pemartín y con música de Jacinto Guerrero.
Con 85 minutos de duración, fue realizada en Barcelona por Balet y Blay, la primera productora en Europa que se adentraba en el campo del largometraje de animación a pesar de no disponer de los recursos adecuados.
De hecho, la producción resultó complicada debido a la necesidad de importar celuloide desde Suiza y la posterior exportación para el revelado, pues en España aún no existían laboratorios de color.
Filmoteca Española explicó que todo el proceso se realizó en el difícil contexto de la Segunda Guerra Mundial pero aún así, “Garbancito de la Mancha” fue estrenada finalmente en 1945, obteniendo un gran éxito en la España de la época.
Apuntó que la película no disimulaba su afecto por el régimen y fue recompensada al ser declarada de Interés Nacional y recibir el Premio del Sindicato Español del Espectáculo.
La característica más significativa de este título es que sus creadores emplearon el sistema de color Dufay Chrome, desarrollado por Louis Dufay en 1908, con el que se obtenían imágenes en color incorporando los filtros de los colores fundamentales: rojo, azul y verde a la propia película.
El filtro estaba constituido por una malla donde se distribuían reticularmente de forma regular y en líneas muy finas los tres colores y el resultado era una imagen en color por adición que se impresionaba en la emulsión de halogenuro de plata fotosensible.
El sistema sólo se utilizó en los laboratorios Dufay de Londres y no logró generalizarse, entre otras razones porque la retícula absorbía dos tercios de la iluminación en la proyección.
A pesar de la práctica desaparición de la película original, que empleó este sistema de color, en la década de 1960 se volvieron a tirar unas copias en nitrato en la que se difuminó la imagen para que no se viese la trama original, perdiendo con ello la calidad y viveza de los colores originales.
Las particularidades de la cinta que ahora pasa a formar parte de los fondos de Filmoteca Española redunda en la importancia de su adquisición, resaltó la institución fílmica.
Marián del Egido resaltó que esta película es testimonio del desarrollo del conocimiento científico y técnico puesto al servicio de la cinematografía para alcanzar sistemas de color y de animación con mayor calidad, del incremento del valor cultural inmaterial del cine como hábito que crece en todos los sectores sociales a lo largo del siglo XX y que aborda temáticas diversas que se adaptan al interés de todos los públicos.
“Todo ello desde la fragilidad de un soporte material que dificulta su correcta preservación y que, con más razón, necesita de un apoyo jurídico prioritario en el marco de la Ley de Patrimonio histórico Español”, apuntó.
La copia incompleta que ahora llega a Filmoteca Española fue localizada en Nueva York en 2018 por un coleccionista privado, David Bull.
Si bien no conocía la película de antemano, su pasión por el cine le llevó a investigar sobre la misma hasta que descubrió que apenas se conservaban copias y que estas eran de mala calidad.